Ayer los alumnos de tercero de primaria se convirtieron en pequeños chefs al hacer yogur natural en clase. Con esmero, mezclaron la leche y aprendieron cómo las bacterias hacen magia para convertirla en yogur.
Entre risas y derrames de yogur (¡normal en la cocina!), descubrieron el secreto de un desayuno saludable. Al final, cada niño desayunó su propio yogur, una prueba sabrosa de su aventura culinaria.
Fue una lección práctica y deliciosa sobre la importancia de comer bien. ¡La clase de tercer grado se convirtió en un mini-restaurante saludable por un día!